EL BOSQUE DEL AMOR Y LA MÚSICA
El bosque del amor y de la música
Había una vez, en un lejano país un bosque al que pusieron por nombre el bosque del amor y de la música, habitado por un árbol centenario en el cual la rama inferior se había convertido en arpa, misteriosamente sin saber cómo fue, creció la rama formándose dicho instrumento con sus cuerdas. El árbol de enfrente tenía un corazón impreso en su tronco con una flecha clavada a causa del amor o herida de desamor, había más flechas dentro de su funda. Los animales, tanto los conejos como las liebres, ardillas y pájaros se acercaban a oír las lindas melodías que salían del arpa, los enamorados, solían ir allí a disfrutar de la música, que a menudo les hacía bailar.
El bosque fue denominado patrimonio universal de de la humanidad.
Además, este bosque parecía estar encantado, por él no pasaban nunca las distintas estaciones del año, siempre era verano y siempre primavera, las flores salían por doquier, de las ramas de los árboles siempre colgaban frutos y flores.
Cierto día de invierno, se acercaron al bosque encantado una pareja de enamorados, cual fue su sorpresa cuando se encontraron todas las flores manchitas, los frutos estaban en la hierba, al arpa se le habían congelado las cuerdas, todo estaba helado. Ya no quedaba nada del bosque encantado.
Cualquier parecido a la realidad era mera coincidencia.
¡Dios mío, que está pasando aquí! -se dijeron la pareja de enamorados.
Tenemos que comunicárselo al pueblo, nuestro bosque encantado no puede desaparecer, sin él, el pueblo no será feliz y se acabará el amor para siempre.
Hablaron con el alcalde el cual dió un bando por toda la ciudad pidiendo a los vecinos que propusieran diferentes propuestas a realizar para que el bosque encantado volviera a estar en flor. Todos lo habitantes se pusieron manos a la obra, sin el árbol no habría vida en ese pueblo.
Cada uno aportaba lo que podía y sabía.
No hizo falta que hicieran mucho, uno de los vecinos se dio cuenta de que en la última casa del pueblo vivía un hombre aburrido, rencoroso, avaricioso. De tan malo que era, ninguna de las mujeres del pueblo se había interesado por él. Tenía envidia de todo el amor que desprendía el pueblo y quería hacerlo desaparecer.
Si yo no encuentro el amor, nadie lo encontrará -se dijo.
Fuera de la casa encontraron un libro que estaba escribiendo, en el cual contaba como quería hacer desaparecer el amor al pueblo, lo primero que tenía que hacer era desacerse del bosque encantado y lo estaba consiguiendo.
Por las noches encendía una pequeña hoguera al lado de casa e invocaba al Dios del desamor. Le pedía frialdad en el bosque encantado. Sus peticiones surgieron efecto pues no había nada más agradable para el Dios del desamor que destruir la fuente por dónde emanaba el amor tan odiado por ellos.
No podían soportar todo lo relacionado al amor.
Los vecinos se dieron cuenta y decidieron llenar el pueblo entero de amor, que apareciese el amor por cualquier esquina y lugar recóndito.
Los niños dibujaron cartulinas en forma de corazón, las colgaron por todas partes, las parejas salian a la calle derramando amor a raudales. Las emisoras de radio no cesaban de emitir poemas que la gente recitaba, en la televisión solo se hablaba de amor hasta los programas, series y películas tenían como lema el amor. Incluso hicieron una fiesta adelantando "San Valentín" .
Tal fue el alboroto creado que el hombre tan rencoroso y el Dios del desamor no pudieron soportarlo. -vamos en busca de otro pueblo, dijeron. En este no hay conjuro que valga.
Y así fue como el pueblo se llenó de amor, el bosque del amor y de la música volvía a florecer, la rama se descongelo y sus cuerdas volvieron a tocar melodías gloriosas, los enamorados se refugiaron de nuevo debajo del árbol escuchando la música y viendo como todo se llenaba de color y alegría.
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