A MI ADORADA MEDINA

A mi madre, Mercedes Sedano Peña. “Si quies a alguien, no dejes que esa persona desaparezca de tu vida sin decirle “TE QUIERO" 23 - junio - 2015 MEDINA DE POMAR Mi intención al escribir este pequeño relato, es recordar lo vivido en ésta hermosa ciudad que considero tan mía como si en ella hubiera nacido. Mi familia materna desciende de allí y, desde que estaba en el vientre de mi madre, he pasado todos los veranos, puentes y fiestas. Mi madre, hija de Celestino Sedano (músico y carpintero, bajo la dirección de Don Servacio Martín) y Lucrecia Peña (modista, en cuya casa tenía un taller al que iban a aprender a coser las jóvenes de Medina y de pueblos de alrededor). Mi abuela valía para todo, tan pronto confeccionaba trajes a los hombres, como bragas, vestidos, abrigos, calzoncillos... Hasta sabía hacer encaje de bolillos. Cuando se vino a vivir a Barakaldo con mi madre, les hacía los Kaikus, a las del kiosko de la calle Juntas Generales, ése tan famoso y antiguo que hasta hace poco permaneció abierto. Las dueñas, vestidas con los kaikus, vendían los periódicos por los comercios y calles de la localidad del pueblo... Espero que esta lectura sea de vuestro agrado como lo ha sido del mío escribirla. A MI ADORADA CIUDAD... Digo "Ciudad" y no Pueblo, porque aunque mucha gente no lo sabe, Medina obtiene el titulo de Ciudad el 27 de octubre de 1894, por orden de la Reina MARÍA CRISTINA Habsburgo-Lorena (Reina 1879 - 1885 y Regente de España 1885 - 1902). Si como se dice, desde que estamos en el vientre de nuestra madre como embriones, ya tenemos vida, yo, aunque no veía todavía, pasé allí mi primer verano en el año 1968, antes de darme a luz mi madre, el 3 de diciembre del mismo año. En la actualidad, tengo 46 años y no recuerdo un verano que no haya pasado en Medina. Primero, íbamos a la casa de mis abuelos, en la calle Lain Calvo, la paralela a la calle Mayor.
A mi abuelo no lo llegué a conocer, murió de cáncer antes de nacer yo. Con mi abuela tuve más trato, vivió con nosotros hasta que a los 84 años su cuerpo no dio más de sí. Era una mujer entrañable, que se llevaba bien con todo el mundo. Yo era su ojito derecho y cuenta mi madre que cuando me retrasaba al llegar a casa, ella estaba muy preocupada por lo que me podía haber pasado.
Si echo una mirada a la casa de mis abuelos, me doy cuenta de que de aquella Medina poco queda. Las puertas de las casas siempre estaban abiertas, nos quedábamos hasta las tantas de la madrugada en la calle, sin miedo a que pasara nada. Sólo teníamos cierto temor a la vecina de enfrente, La Bombina, que luego me dijo mi madre que era familiar lejana nuestra. Era una amargada, no le gustaba vernos jugar y divertirnos y a veces nos tiraba baldes de agua. Solíamos avisarnos y salíamos corriendo. Antaño, había muchos comercios en la calle Mayor. A mí me mandaban a comprar vino para mi padre a la bodeguilla de Don Luis, me rellenaba la botella. La Leche la comprábamos en la calle trasera, Nuño Rasura, a una señora muy maja cuyo nombre no recuerdo y que aún vive y que, mira por dónde, es la abuela de Fabio Revuelta, el nieto de Metri y Begoña (primos de mi madre), que en aquellos tiempos ni se conocerían su respectivos hijos. El pan y los huevos nos los vendía Gloria, la prima de mi madre, que iba por Medina con su furgoneta, anunciando el pan (excelente persona y muy alegre que murió hace dos años). Posteriormente se lo comprábamos a su hijo Roberto, que tenía tienda de ultramarinos. El estanco de Carmen en la Calle Mayor, era muy conocido y concurrido además de tabaco vendía y vende Revistas y libros. Y, por supuesto, a ella le comprábamos las postales típicas de Medina con las que nos carteábamos con los amigos de Barakaldo. Recuerdo que Carmen era una señora simpatiquísima que murió hace años, pero que el estanco sigue en pie regentado por sus hijas, muy majas también. A mí me han diagnosticado Párkinson hace año y medio y, lo que son las cosas del destino. He estado yendo a la consulta de un médico especializado en “Manopuntura” y allí coincidí con otro paciente, “Esteban”, natural de Medina de Pomar, nacido en la casa contigua al estanco. En esa casa hay un bar que hace años abrió una amiga “Alma” con el nombre de “Indalo”. Ahora tiene otros dueños y otro nombre, pero cuando lo tenía mi amiga, era nuestro lugar de encuentro. Había en la calle mayor una tienda de ultramarinos, la tienda de Luz, que hasta el año pasado fue el supermercado SPAR regentado por sus hijos. En los comercios que menos me conocían me preguntaban, cada vez que iba a comprar. "¿Y tú de quién eres?". Y yo decía muy orgullosa: "De mi abuela Lucrecia. Entonces ya me conocían. En cambio ahora no conoces a casi nade, entre veraneantes y gente que ha ido a vivir de fuera, parece una ciudad totalmente distinta, además de lo que ha crecido en expansión de casas, edificios y chalets. Mi madre tenía tres hermanos, Julián, Gloria y Luisa. Julián murió hace unos 6 ó 7 años, con noventaitantos años, Gloria murió muy joven de tuberculosis. En aquella época, la gente sin posibles moría sin poder hacer nada. Su otra hermana, Luisa, murió hace 4 ó 5 años, también con noventaitantos en Elorrio, un pueblo de Bizkaia. Se casó con mi tío Izarra de “Espinosa de Los Monteros”, que puso un taller de bicicletas en Medina y le hacía la competencia a Catino. Mi tío Izarra fue el primero en diseñar la bicicleta Tandem en Medina. Mi madre se casó con mi padre, Gregorio Real, conocido como "El Rubio", porque era pelirrojo. Era natural de los Altos de Dobro, pero ya casi adoptado en Medina. Todo el mundo lo conocía. En frente de nuestra casa, estaba la carpintería de Eloy, a quien le dejábamos la lonja para que metiera las maderas. Esa lonja, antiguamente, era como una cuadra que tenía cerdos para la matanza. Recuerdo cuatro o cinco casas más abajo en la que vivía Enrique, ver matar a los cerdos, ¡como chillaban los pobres! Eloy era y sigue siendo como de la familia, su hija Mª Jose era muy amiga mía. Después de cerrar la carpintería, fue director de la banda de música de Medina. Antes de la casa de Enrique, vivía Clemente, el cartonero, un señor entrañable al que yo adoraba y ayudaba a hacer los fardos de los cartones con La Hoz. De vez en cuando, daba de comer a su burro. Tenía mérito el hombre, pues iba con el burro y el carro lleno cartones a Bilbao a venderlos. Encima de la carpintería vivía la tía Avelina. No era familiar mío, pero era tía de Gerardo y Vitori, unos amigos de mis padres y así la llamábamos. La recuerdo siempre asomada a la ventana. En esa casa me he enterado hace poco, leyendo libros de Medina, que tuvo una academia Avelino Prado, hermano de Gerardo y alcalde de Medina desde el año 1983 al 1987. En la casa contigua a la nuestra, vivían Vitorina y Francisco. Una pareja entrañable que nos cuidaban la casa durante el invierno. Siempre que íbamos, la teniamos limpia y ventilada. En la siguiente, vivían Cencia y Santiago, con sus respectivos hijos y nietos. Ellos llenaban algunas noches de verano con sus sardinas asadas, que aunque yo no las comía a los demás vecinos, les sabían a gloria. Cencia y Santiago murieron, pero quedan sus descendientes. Esta Semana Santa nos hemos hospedado en el “Hotel Restaurante Romanca”, situado en “Pomar”, un barrio de Medina, cuyo dueño es uno de sus nietos, Alberto, un chico encantador que nos ha tratado de maravilla. Con él hemos recordado las roscas típicas de la Semana Santa que hacían en casa de su abuela, era costumbre ir a merendarlas al campo. Podía ser cualquiera, pero mi madre siempre que se acuerda dice: "Ibamos a merendarlas al campo de las chibiritas".
A mi hermano Carlos lo destinaron a hacer el servicio militar a Burgos, a Intendencia, que estaba cerca de la casa de Mari Petra, una hija de Cencia y con ellos comia algunas veces. Éramos como de la familia sin serlo. No me puedo olvidar de Julita. Entrañable chica, a la que sacaba todas los días de paseo en su camilla de ruedas su madre, y que cada vez que saludábamos nos sonreía, no podía expresarse de otro modo. Soles, su madre, una señora que se desvivió por su hija, hasta que murió. El día del Carmen íbamos a la verbena que se celebraba todos los años en la Plaza del Corral. A nosotros, al ir de retirada, todavía nos podía durar la fiesta, oíamos la música desde casa. Allí estaba la peluquería de Eli, (una señora encantadora que murió hace unos años), ahora la lleva su hija Natalia. En la calle Mayor estaba la peluquería de Marisa, a la cual íbamos mi ama y yo, hasta que se jubiló. Mi tía Luisa iba siempre a la peluquería de Raquel, muy conocida. Recuerdo los veranos en familia: además de mis padres y mi hermano, veraneaban con nosotros mis tíos y primos. Había veranos en que nos juntábamos 11 en casa. Mis tíos se traían a su nieto Aitor, al que el médico le recomendó pasar los veranos respirando el aire de Castilla. Mis primos, Jose y Estibaliz, con sus hijos, al cual no me salia llamarle primo, al tener casi 20 años más que yo y con dos niños pequeños, le veía como a un tío en vez de primo. Tenían mucho mérito para mí que mis primos pasaran allí el verano con sus dos niños, el pequeño de meses, las casas de antes no tenían ducha ni lavadora ni otras muchas comodidades que tendrían ellos en su piso de Elorrio. El vater lo teníamos en el portal, allí había un fregadero grande donde se lavaba la ropa que luego se tendía en la tejavana. La cabeza nos la lavábamos en el río, luego se secaba al aire libre. De ríos teníamos La Chopera hoy inservible y Villacobos, el actual río y parque. A la Chopera ibamos por la callejuela de la tienda de pastas “Santa Casilda”, daba gusto pasar por allí por el olor tan rico que de ella salía.
En Semana Santa es típico el Viernes Santo, la procesión del Santo entierro en la cual participa todos los años "Tarzán" haciendo de Cristo crucificado, Tarzán es un peculiar personaje de Medina que hasta en invierno va en traje de baño y se baña en el río. Un año, Don Gonzalo, el párroco le propuso a mi hermano y unos amigos hacer de capuchinos en la procesión, pero mi hermano dijo que no.
Me acabo de acordar de Fermín, (hermano de Ramón), un señor muy simpático que siempre me saludaba. Murió el año pasado y sus últimos años los pasó en la Residencia, haciéndoles los recados a las monjas. Y de "Caraje" un personaje sin igual, que tenía un bulto grande en la cabeza e iba por las calles cantando. “Terre”, Eladio, el aguacil que iba por las calles con su furgoneta y el altavoz, anunciando los decretos de alcaldía. "Por orden del señor Alcalde se hace saber....". También tocaba los platillos en la banda de música. De la casa, retocamos la fachada y las ventanas y puertas, pero llegó un momento en que si queríamos seguir yendo había que tirarla entera por dentro, y la vendimos para comprar un piso. Se puso fecha límite de estancia en la casa, pero una noche se presentó el actual dueño y se puede decir que nos obligó a irnos, fue todo un show el traslado al piso que no estaba programado hasta septiembre. Vinieron casi todos los vecinos y se llevaron todo lo que les podía servir: cortinas, sillas, sofá.... Yo estaba enferma y estrené el piso así, lo primero que vi de él, fue la cama, durante tres días. Fue un cambio muy brusco para mí, con quince años irme del centro de Medina donde estaban mis amigos, a vivir a lo que por aquella época era el extrarradio. El último bloque de edificios de Medina, en la Avenida Bilbao y sin farolas en la calle. Ahora ya es otra cosa, tenemos a Medina Piel enfrente y hay otro edificio más. Antes de llegar a ¨Pomar” han abierto un “DIA”. Su cementerio, en el que descansan mis tíos Julian y Teresa. Con una placa en lo alto de su entrada que reza así: "TEMPLO DE LA VERDAD ES EL MIRAS, OYE LA VOZ DE QUIEN TE ADVIERTE QUE TODO ES ILUSION MENOS LA MUERTE"
Las torres de Medina son para mí un primor. Últimamente hacen conciertos en sus alamedas. Es maravilloso escuchar música y disfrutar de las vistas.
Llevan dos años organizando ¨La Noche en Blanco": Medina se viste de gala, con las Torres iluminadas por diferentes espectáculos y mucho ambiente. Ah, y un tren Chuchu que recorre Medina. Las fiestas son por su patrona, La Virgen del Rosario. Se celebran el primer domingo de octubre y duran hasta el día del Pilar, El domingo hay concierto de la Banda de Música “Carmelo Alonso Bernaola”, en el que no puede faltar el Himno a Medina que todos cantamos con orgullo. HIMNO A MEDINA. Cantad con gran ardor y entusiasmo al noble pueblo que siempre fue honor de España, flor de Castilla, perla preciosa del medinés. Medina es grande por sus riquezas, Medina es noble por su honradez Medina es buena por sus virtudes. Medina es joya, luz, vida y fé. Nadie cual tu mostró en los minaretes de tus fuertes murallas y castillos hechos de armas más bravos y valientes como tú los mostraste ante los siglos. Tus verdes y feraces praderías solar fueron se austeros castellanos que supieron hacer con hidalguía del noble y del servil, buenos hermanos. Y si tus campos visten bellas flores y en tus fuentes sonríen ninfas bellas tu das al cielo y a la tierra amores, al alba luz y al firmamento estrellas. Carmelo Alonso Bernaola pasó su juventud en Medina y mi ama tiene una anécdota que siempre recuerda. Un día, metieron en una caja bien envuelta una caca de vaca, llamaron a la puerta de Carmelo y le dijeron que había llegado un paquete para él, se fueron corriendo porque cuando lo abrió enseguida salió a buscarlas. En casa de una amiga, cuando no estaban sus padres hacían teatrillo por el que cobraban una perrilla, un día que llegaron antes sus padres tuvieron que recoger y todos los que fueron a verlo les decían. ¡Que nos devuelvan la perrilla, que nos devuelvan la perrilla! Hay una canción que mi madre recuerda de sus años de escuela que se solía cantar los jueves: “Jueves es hoy y hace buen día, canta el jilguero desde el balcón, cierren los libros que dan las doce, basta de clase que es jueves hoy. Sol buen sol cuando te escondes quedamos tristes, Sol buen sol sal esta tarde por favor”. En los últimos años no he ido en fiestas pero antes no me perdía una, las verbenas, las peñas, las vaquillas, los toros, las atracciones. Todo era felicidad esos días. Un año fue a torear Jesulin de Ubrique, aquello fue desbordante, todas las mujeres intentando tocarle a la salida. Otro año fue El Cordobés hijo, ese año me pagó mi tío la entrada y disfrute con su famoso salto. El piso de Medina lo vendimos hace dos años y medio, pero no nos seguimos olvidando de Medina, ahora pasamos los veranos en “El Linaje”, Hostal que hay en Somovilla, familiar, muy acogedor y que se come de maravilla. Más conocido por los medineses como “El Pozano”, debido a que su dueño era de Poza de la Sal y le llamaban así. Nunca me olvidaré de Medina, por más que pasen los años. Siempre que voy, veo a alguien conocido, creo que más de la mitad de la población es familia. La famosa tienda de Pastas Santa Casilda también es familia. La carpintería de Lucio, electrodomésticos Peña. El actual director de la banda de música, el que conduce el camión de los bomberos, la panadería de Garcia. etc... El bar El Cerro de la calle Mayor era de unos amigos de mi madre Toñi y Balin (+), ahora lo llevan sus hijos. Se casaron en Burgos y mi ama y unos amigos estuvieron invitados. Mi ama es la primera de la izquierda y la del abrigo blanco es su gran amiga Isabel.
La Calle Mayor de Medina es preciosa por sus casas antiguas y su arco. El de ¨La Cadena”. En él está mi madre con su amiga Toñi hace unos dos o tes veranos.
Termino este relato saludando a todo el que me conoce y a familiares. Sería imposible mencionarlos a todos. Un recuerdo especial, a mis amigos de la calle Lain Calvo y a los que he tenido de adulta. Y recordando una canción que cantaba mi madre de joven y de la que todavía hoy a sus 87 años se acuerda. Con el guri, guri, guri Que lleva la boticaria, Parece que va diciendo Del junquillo sale el agua Del junquillo sale el agua Y del agua la frescura. Y de tu cara salada Salen rayos de hermosura Del junquillo sale el agua, De Villarcayo las hojas. Y de la ciudad de Burgos La flor de mozos y mozas. Del junquillo sale el agua, De Medina sale el sol, De Villarcayo los rayos. ¡Alégrate corazón! ¡Alégrate corazón! Aunque sea por la tarde, Corazón que no se alegra Nunca cría buena sangre. ¡Siempre estarás en mi corazón!
REBORADA VISTA DESDE MI CASA

Comentarios

  1. Quería decir que hay una errata en está entrada del blog el año en el que fue nombrada ciudad Medina de Pomar fue en el año 1894, no 1984

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